Prisión y patria potestad: ¿estar en prisión imposibilita el ejercicio de la patria potestad?
La entrada en prisión de uno de los progenitores no supone por sí misma la privación de la potestad, no obstante, habrá que estar al interés superior del menor para cada caso en concreto.
Si estamos ante delitos comunes, los tribunales apuestan por suspender -que no privar- el ejercicio de la patria potestad hasta que el progenitor privado de libertad salga de prisión.
En los casos de violencia de género o de haber cometido un delito contra la indemnidad o libertad sexual del menor, los tribunales podrán privar de la patria potestad a uno de los progenitores “si se dieran graves circunstancias que así lo aconsejen o se incumplieren grave o reiteradamente los deberes impuestos por la resolución judicial” (artículo 94 del Código Civil).
Tras la modificación, los niños solo pueden permanecer en los centros penitenciarios hasta los tres años. Una vez cumplida esta edad, se considera que su permanencia en el centro penitenciario puede perjudicar su correcto desarrollo y generar recuerdos que vinculen su infancia.
¿Qué ocurre con la pensión de alimentos?
El artículo 110 del Código Civil recoge que “Aunque no ostenten la patria potestad, ambos progenitores están obligados a velar por los hijos menores y a prestarles alimentos.”
En este sentido, el Tribunal Supremo ha dispuesto en multitud de resoluciones que “la obligación de pagar alimentos a los hijos menores no se extingue por el solo hecho de haber ingresado en prisión el progenitor obligado a prestarlos, si al tiempo no se acredita la falta de ingresos o recursos para poder hacerlos efectivos” (Sentencia del Tribunal Supremo Sala Primera, de lo Civil, 564/2014).